El sexto Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (
Ficco), comenzó el 17 de febrero y concluyó el día 1° de marzo.
Estos festivales son geniales, ya que puedes ver pelis de todas partes del mundo, en esta ocasión el país invitado fue Malasia. Yo me disponía a abatir mi ocio, mi aburrimiento, a escapar del sopor de la cotidianidad de mi rutina llena de nada, así que le heché un vistazo a la genial cartelera de las sedes de Cinemex y claro las proyecciones al aire libre. Y así fue que dí con la sección de 'convocatoria' y
voila, me dije: -
¿Porqué no?, es el último día para enviar tus datos, y con suerte te llamarán, aunque no cuentes con ello (risa estúpida); y envié el formulario.
El lunes por la mañana me llamaron que estaban 'llenos', pero que si surgía algún contratiempo me llamarían. ¿Qué puede salir mal en esos festivales? -
Nada, me dije.
Y bueno me llamaron y termine en una de las sedes en las mismas entrañas del cine,con una gran carpeta con una organización impresionante y de misma manera con una tremenda responsabilidad:
Mantener al cinéfilo a gusto.
Los primeros días (lo confieso), me aburrí hasta que se me salía el tuétano de cada hueso, bebía refresco de cine gratis con mi respectiva dotación de palomitas hasta que se me secaba la lengua.
Por fortuna llegó otra chica, y al menos la pasabamos platucando de cuanta cosa salia, y empezamos a entrar a algunas de las proyecciones, algunas muy buenas, y otras que no vale la pena ni mencionar. También conocí a personas grandiosas, la encargada de la sede, los refuerzos del Ficco, la chica de Trafico interno, y el fabulosisimo 'Comandante' de las tropas de voluntarios de este excelente festival.
Al principio me arrepentí porque mi tedio me acompañaba hasta las salas del cine, pero al final valió la pena salir de estas cuatro paredes, y alejarme de esta pequeña pantalla y cambiarla dos semanas por una gigante, compartir imágenes y proyecciones con cientos de ojos, ver salas abarrotadas, disfrutar de obras maestras del cine al aire libre (
Nosferatu), en compañía de amigos y seres cinéfilos.
...Y eso de recomendar pelis,
pues creo que las críticas son un punto de vista muy personal,
así que juzguenlas ustedes mismos,
arriesguense a descubrir otras realidades ficticias y no tan ficticias.
A veces es necesario estar del otro lado,
aunque prefiero ser espectadora cinefila el año entrante.