sábado, 2 de enero de 2010

De lo onírico


Te gusta vivir en el pasado, me han dicho muchas veces en diferentes tiempos y últimamente también, y bueno, sí, muchas veces también he respondido que me gustaría vivir en otro siglo menos en este, ni en el que acaba de pasar, en pleno oscurantismo de ser posible, ser la vecina acusada de "bruja", ser un matón romántico que va a escuchar jazz todos las noches a una "cueva" con otros matones, ser un aprendiz de arte del rival de Da Vinci, ser un hechicero que vive en un bosque maldito y lo van a buscar mujeres y hombres para vengarse de alguien o conseguir amores mal habidos... en fin.

Hace un par de días tuve un sueño, bastante curioso, mi vida ya no era la misma de ahora, comenzaba a partir de un punto en el pasado, a pesar de todo, iba bien, una tonada se escuchaba y una mujer cantaba: before you go, you have to know that i love you

Y aquel hombre se iba lejos, atravesando los mares, mientras el corazón, quedaba cierto del sentimiento renovado y vivo.

Al despertar me dije: que cursi eres! eso te pasa por desvelarte y encima cenar!

Es curioso como lo onírico nos juega mal a veces, reprochándonos el olvido de ciertos capítulos no muy agradables de nuestras vidas, y claro solo por unos instantes, aunque solo sea en el mundo onírico todo parece que marchó bien y nada terminó mal.

Quisiera no soñar, o saber cuando es sueño y cuando realidad, y poder elegir vivir en donde nada ha salido mal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MANIS, ES BUENO SOÑAR ASI SOñAR COMO DECIA MI HERMANO
"sOÑAR BONITO" A MI ME GUSTA ME HACE SENTIR COMO QUE POR UN MOMENTO TODO SALE BIEN, Y CUANDO DESPIERTO QUIERO HACERLO REALIDAD... sUEñA MANI SUEñA EN GRANDE QUE SOLO ESOS SE CUMPLEN TE QUIERO

Yogui dijo...

Concuerdo con anza cañón. Soñar con la hija que todavía no tengo siempre me hace que mi día brille. Mis sueños son buenos o raros en un 97% y siempre me cago de risa de las cosas que sueño. Pero sí, es padrísimo despertar con una buena sonrisa por lo que ocurrió en tu cabeza mientras estabas en los brazos de Morfeo (órale, que joto)